Activos Inmobiliarios
Oficinas
El alquiler de oficinas es uno de los negocios que más rentabilidad genera en España, aumentando los beneficios año tras año. Los niveles de construcción y demanda en el mercado son bastante elevados, por lo que la compra y arrendamiento de este tipo de inmuebles seguirá siendo una gran opción para invertir fondos y diversificar patrimonio de forma segura.
¿Por qué invertir en el alquiler de oficinas?
La gestión de edificios de oficinas para su arrendamiento es una tarea de gran responsabilidad. Elegir zonas bien comunicadas y con un importante tejido empresarial es esencial. Como también lo es garantizar un adecuado acondicionamiento que promueva la llegada de empresas de distintos ámbitos.
Para obtener rentabilidad del alquiler de oficinas, se requiere de un óptimo estado de conservación de las instalaciones, así como del mantenimiento de suministros básicos como la electricidad y el agua. Por supuesto, hay que contar con los servicios de seguridad, limpieza y aprovisionamiento de alimentos y bebidas mediante máquinas de vending o soluciones similares.
Dentro del territorio nacional, el alquiler de oficinas en Madrid es particularmente ventajoso para los inversores, sobre todo debido a la rica estructura productiva, laboral y financiera de la capital. Lo mismo sucede con otras grandes ciudades como Barcelona, Valencia, Málaga o Sevilla, que también concentran una cantidad considerable de empresas y negocios.
Igualmente, gracias al flujo consolidado de actividades y a la prosperidad económica, el norte de España es un lugar ideal para invertir dinero en inmuebles destinados a acoger a los trabajadores de cualquier compañía. En este sentido, el alquiler de oficinas en Bilbao, el alquiler de oficinas en San Sebastián o el alquiler de oficinas en Santander resultan especialmente recomendables.
Silicius dispone de una acreditada trayectoria profesional gestionando el alquiler de oficinas en varias ciudades de España, trabajando desde hace años con los métodos de inversión más eficaces para conseguir ganancias estables y ofrecer la máxima rentabilidad a los accionistas.