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Érase una vez el SILICIO…
(y por qué inspiró el nombre de una SOCIMI)
Autor: Guillermo Orduña
Licenciado en Química. Desde ESCIENCIA, mezcla experimentos y diversión para acercar contenidos a todos los públicos y crea acciones para poner en valor una marca o centro comercial con actividades educativas y contenidos sorprendentes. Apasionado de la ciencia, trabaja en la gestión de proyectos dirigidos al fomento del talento de personas en formación. Siempre a la búsqueda de nuevas actividades para llegar a distintos públicos y hacerles disfrutar investigando. Colaborador habitual desde 2007 en varias cadenas de radio en secciones dedicadas a la divulgación de la ciencia y el entretenimiento.
Si 14
El Silicio (del latín Silex, que significa piedra, roca o pedernal) es el elemento más abundante en nuestro planeta después del oxígeno. Pero, ¿dónde está? Basta con mirar alrededor: Cemento, hormigón, ladrillos, arena, vidrio, cristal, cerámica, lentes… casi todo lo que abarca la vista contiene Silicio. Es más, si estás leyendo esto (en el dispositivo que sea), también es gracias al Silicio.
El Silicio, un elemento revolucionario
La humanidad ha experimentado grandes revoluciones históricas y económicas de la mano del Silicio, elemento fundamental en el desarrollo de la civilización que hoy conocemos.
Los antiguos hombres prehistóricos descubrieron las bondades de este elemento: Cuando la lava volcánica se enfría de forma rápida, se forma un vidrio volcánico de piedra obsidiana. Al solidificarse, se crea un material muy resistente y de afiladas aristas, ideal para las armas y utensilios de caza.
Después llegó el descubrimiento del vidrio. Las primeras civilizaciones de Mesopotamia aprendieron a fabricar vidrio. El proceso es simple, pero debe realizarse con cuidado para mantener el equilibrio. Perfeccionar el proceso ha costado 5.000 años.
El ingrediente principal del vidrio es el dióxido de silicio o sílice, un compuesto de oxígeno y silicio que está presente en el 75% de la corteza terrestre. El vidrio es un sólido amorfo, lo que significa que no tiene una estructura interna definida y ordenada, sus átomos se disponen en posiciones aleatorias lo que le confiere propiedades curiosas. Esto supone que el vidrio es un sólido, pero sus partículas están desordenadas como si se tratara de un líquido, por lo tanto en determinadas condiciones puede comportarse como tal y fluir.
Las bondades de este increíble material, duro y semitransparente, abrieron las puertas al descubrimiento del vidrio. Hoy, no concebiríamos el Real Estate sin ventanas, ni la ciencia habría evolucionado sin microscopios, telescopios, pipetas o tubos de ensayo.
Un salto en el tiempo y llegamos a la era actual: La conductividad de los cristales de Silicio hacen que sea éste un elemento indispensable y omnipresente en las placas electrónicas. Esas diminutas estructuras urbanísticas que conforman las entrañas de todos los dispositivos tecnológicos están formadas por componentes de Silicio, un semiconductor extremadamente importante, que generan obstáculos (llamados transistores) para el movimiento de los electrones. Es otra gran revolución; sin Silicio no habría tecnología.
En definitiva, el Silicio ha sido y es un elemento revolucionario para la humanidad. También para el Real Estate; sin cemento, hormigón, ladrillos o ventanas, no existiría tal y como lo conocemos. Y de forma análoga, las SOCIMIs constituyen el mayor elemento de innovación en la gestión profesional de los activos inmobiliarios.
Quizás el nombre de SILICIUS no es casualidad…
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