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Sector inmobiliario y comunicación durante la pandemia del Coronavirus
Autora: Susana Graupera Sanz
Directora de Comunicación Corporativa, Financiera y Entornos Regulados de ATREVIA. Profesional de la comunicación con amplia experiencia en proyectos de comunicación estratégica a nivel empresarial e institucional. Ha desarrollado su carrera profesional en el ámbito internacional y nacional tanto en medios de comunicación como a nivel institucional.
Ante una crisis sin precedentes como la que estamos atravesando por la pandemia del Coronavirus, los autónomos, las empresas, y todos los sectores en general se han visto abocados a adaptarse al nuevo contexto e innovar para conseguir sobrevivir y sacar adelante sus negocios. El sector inmobiliario no ha sido menos y en la actualidad se encuentra inmerso en un proceso de reinvención y adaptación de sus actividades a la nueva realidad. Un proceso donde la comunicación juega un papel determinante en las compañías desde el punto de vista estratégico.
Al inicio de la pandemia, los medios de comunicación pusieron el foco en la paralización del mercado inmobiliario durante el estado de alarma y los ciudadanos recordaron la crisis financiera que estalló en 2008. Sin embargo, el actual escenario tiene poco que ver con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria de entonces. A diferencia de la crisis de hace doce años, ésta no es ni financiera ni inmobiliaria. Además, se ha producido en un contexto en el que las empresas del sector y las entidades financieras, en general, tienen un nivel de endeudamiento más adecuado que entonces. De hecho, la mayoría de las compañías inmobiliarias tienen más solvencia que en 2008 y las cuentas más saneadas. Al mismo tiempo, la oferta en España está más ajustada a las necesidades reales de la demanda.
Durante los últimos meses, las empresas del sector inmobiliario han puesto el foco en adaptarse a la nueva realidad. Primero en una situación de confinamiento y luego en sucesivas fases de desescalada. En el actual contexto de pandemia e incertidumbre, la comunicación es una herramienta clave, que debe tener protagonismo en la toma de decisiones. Ante una crisis inédita y una elevada saturación informativa, comunicar de una manera rápida, sencilla, fiable, equilibrada y con rigor, es la mejor medicina para afrontar el desafío. La actual situación ha puesto de manifiesto las nuevas formas de relacionarse con nuestros públicos de interés. Ante estas situaciones, escuchar a los stakeholders (empleados, clientes, medios de comunicación etc.) y ser transparentes y flexibles en las decisiones e informaciones que se comunican es esencial para las empresas. Y al mismo tiempo es fundamental adaptarse también a estos cambios lo antes posible. Llegar tarde, de hecho, puede significar quedarse fuera y que otros ocupen nuestro lugar.
Comunicar de una manera rápida, sencilla, fiable, equilibrada y con rigor, es la mejor medicina para afrontar el desafío
Las compañías deben tener una capacidad de reacción ágil en todos los canales de comunicación en los que esté presente. No sólo valen las redes sociales. Durante la pandemia, hemos visto cómo las marcas han ido adaptando sus mensajes a las circunstancias. Anticiparse a los acontecimientos es clave.
Si analizamos cómo ha evolucionado la comunicación durante la pandemia, observamos cómo, en un primer momento, las compañías situaron sus productos y servicios en segundo plano y pusieron el foco en ayudar a la sociedad, a las autoridades sanitarias, promoviendo la difusión de mensajes de prevención, consejos de higiene, etc. Ahora, el contexto ha cambiado y las compañías están poniendo más el foco en el compromiso social. Porque las empresas también tienen estados de ánimo y han sabido compartir sus sentimientos.
Las empresas también tienen estados de ánimo y han sabido compartir sus sentimientos.
A la hora de trazar una estrategia, es importante asumir la necesidad de una comunicación transversal que englobe áreas como reputación, RSC, posicionamiento, investigación o escucha social. De lo contrario, por mucho que nos esforcemos, no aprovecharemos bien nuestros recursos.
En este contexto la comunicación interna se ha convertido en un elemento imprescindible y en un aliado para las empresas. Los trabajadores son los stakeholders y embajadores más importantes de cualquier compañía por lo que mejorar el engagement, mantener los valores corporativos activos y la cohesión de los empleados son objetivos principales. Informar a los públicos internos es tan importante como escuchar y conectar con sus expectativas y situaciones; visibilizar el liderazgo, dar significado y valor al trabajo que cada uno aporta y trabajar colaborativamente y alineados ayuda a conseguir una cercanía bidireccional y un futuro más amable.
Los trabajadores son los stakeholders y embajadores más importantes de cualquier compañía
Al mismo tiempo, también es importante destacar que durante los periodos de crisis la comunicación puede ayudar a las empresas a cumplir su principal objetivo: generar negocio. En tiempos de post-covid la comunicación será, y es, más importante que nunca.
En tiempos de post-covid la comunicación será, y es, más importante que nunca.
Aunque la pandemia ha cambiado el sector en algunos aspectos —el uso de las nuevas tecnologías va a tener más protagonismo a partir de ahora—, el mercado inmobiliario post-covid va a mantener encima de la mesa algunos retos que ya tenía hasta ahora, como el problema de acceso a la vivienda para los jóvenes, la falta de oferta de vivienda en determinadas ciudades o aspectos como la eficiencia energética y la sostenibilidad van a seguir en la agenda. La Responsabilidad Social va a tener más importancia que nunca y la comunicación va a seguir siendo una herramienta capital para posicionarse en el mercado y diferenciarse de la competencia.
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